El nuevo organigrama de concejalías ya se ha hecho público por Luis Casado. Si quieren datos, pueden leer noticias sobre la composición del equipo de gobierno municipal aquí y aquí.

Yo, de momento, lanzo un par de reflexiones. La semana que viene, algunas más.

1.- Resulta sorprendente y sintomático que en la legislatura anterior un sólo hombre (o deberíamos decir superhombre) fuese responsable de tres concejalías que en la presente legislatura llevan tres personas diferentes: Cultura, Turismo y Festejos. Alude Casado a que el crecimiento pasado y futuro de éstas áreas ha sido considerable. Ja. Y ja. En Cultura, más de lo mismo, o sea, nada de nada. Es cierto que infraestructuras venideras (aunque ya veremos cuando) como el Centro de Sementales de Rafael Moneo o el largamente deseado Teatro Gaztambide van a requerir de un esfuerzo y de una planificación especial. Miedo me da cuando llegue el momento. Y creo que a Merche Sampedro, también. Merche ha sido una de las concejalas que menos ha sufrido el desgaste de errores o noticias de mala gestión en la anterior legislatura, al frente de Centros Cívicos y Juventud, una concejalía que llevó con cierta dignidad y discreción, razón fundamental para que Casado le haya asignado una patata caliente de la que veremos cómo sale. De momento, preveo continuismo cultural, con las actividades consolidadas como el cine o los discretos ciclos de siempre (Teatro, cantautores), y para de contar. A ver si nos sorprende.

2.-Como bien comenta Nieves Arigita en su artículo para Diario de Noticias, resulta chocante que se cree una concejalía de Comunicación cuando hay contratado en plantilla un periodista municipal, que sus buenos dineros se lleva a casa todos los meses. Ver para creer, aunque es uno de los muchos ejemplos de mala gestión con la plantilla municipal. Tiempo habrá para hablar de ello, de la alucinante gestión de los recursos humanos (que se queda sin concejalía, por cierto) en el propio ayuntamiento, con trabajadores y políticos totalmente desalineados en la gestión.

Fernando Inaga, que viene del mundo del periodismo, accede a un puesto que parece pensando para la propaganda y el mensaje político del poder y su relación con la prensa tudelana. La verdad es que tal y como está el patio, no le auguro problema alguno, con medios tan sumisos y poco dados a polémicas, en general, como los tudelanos (prometí meterme más con ellos y lo haré, disculpen, su redacción se está fraguando lentamente).

Su labor al frente de Festejos constituirá el auténtico reto, con una gestión heredada de su antecesor que ha dejado a las fiestas patronales de Tudela en un erial de participación popular e imaginación programática. Le he oído decir ya, excusándose, que poco se puede hacer, salvo contar con las peñas (ja) y descentralizar actos en los barrios (Y ja).

Por cierto, el otro día me contaron una buena: UPN, en aquel magnífico panfleto en el que loaba sus logros para Tudela durante la pasada legislatura (Sí, hombre, aquel del “quién te ha visto y quién te ve”), se atribuyó, dentro de Festejos, la organización de la Comida Popular Joven, acto íntegramente organizado por algunos colectivos de jóvenes de la ciudad, que son los únicos que están intentando mantener a flote unas fiestas que año a año caían en picado y en barrena. En fin, que preveo poco cambio. Señor Inaga, ojalá me equivoque.